Capítulo 4..::-

Me agradaba estar con Bianca, más que estar con Chelsea. Con ella podía hablar de todo, absolutamente; Claro, solo cuando estaba ella sin la compañia de Alec. Se habían hechos grandes amigos, y, a diferencia de otras, no me molestaba.

-Cuéntame que hacías antes de ser vampiro- Le pregunté, cuando paseábamos por la orilla del bosque.
-Yo nací en Lille, Francia. Adoro ese país. Cuando cumplí 14, mis padres murieron.- Hizo una mueca de dolor. Yo le tomé la mano; y me sonrió. - Me fuí a vivir con mi tía, pero cuando cumplí 15, quise visitar Italia.- Me lanzó una mirada cómplice - Volterra, para ser exactos. Me fascinaba Italia, tanto como mi Francia. Mi tía me dejo venir, sabía que me ubicaba super bien en lugares como éste.- Al parecer por como puso su cara, presentí que su historia llegaba al por qué la transformamos. - Esa vez, - dijo, refiriéndose al día que la encontramos. - Quería visitar el río del bosque, me habían comentado que era muy hermoso, no sabía que hora era, mi reloj no funcionaba, y el celular estaba descargado, nunca pensé que ya iba a anochecer. Como me encontraba en el centro de la cuidad, quise ir caminando hasta llegar al bosque. Como anocheció pronto, quise volverme a mi hotel; pero no sabía donde me encontraba, y no había nadie por aquellas calles. Así que seguí, y en el camino encontre a dos hombres, parecían amables, generosos...y se ofrecieron a llevarme de nuevo al centro. Acepté. Mientras conducía uno de ellos, el otro le hablaba...en otro idioma. Cuando miré el paisaje vi que no íbamos al lugar indicado, sino nos alejábamos más de aquél. Les dije que iban por la ruta equivocada. Ellos me dijeron que sabían adonde se dirigían, y que ese lugar me iba a encantar. Llegamos a un bar. Me llevaron a un cuarto de al fondo y...- No quiso seguir.
-No te preocupes.- Le dije en modo de tranquilizarla.
-Estoy bien.- Recupero su deriedad con la que comenzó a contar su historia, y retomó donde se había quedado. -Me resistí a que me bese...o que me haga algo más. Asi que me golpearon, insultaron..de todo. Me desmayé, creo que pensaron que estaba muerta. Asi que me llevaron al bosque al que tanto quería conocer. Y...me encontraron, y encontré - Añadió con una sonrisa - a mi nueva familia.-

-Es una linda historia...bueno, al menos el desenlace.- Comenté.
-Si...Bueno, cuéntame tu historia- Sugirió. Así que se la conté. Se puso seria cuando le conté el por qué me transformaron. Cuando mencionaba a Alec, se ponía como...turbada.
-Ésa es mi historia.- Finalicé.
-Jane...debo decirte algo.- Me dijo. Parecía...nerviosa, sí, muy nerviosa.
-Qué ocurre?-
-Sabes...desde que te conocí, me agradaste, eres una muy buena amiga, y ademas una persona, o vampiro, súper - Reí al oir aquel término - Y, cuando conocí a tu hermano, Alec, he sentido...que me gusta. Creo que lo amo. Y...espero que no te molestes conmigo.- Parecía haberse sacado un gran peso de encima. Y yo, estaba, en tres estados, emocionada, anonadada y sorprendida. Al ver que no respondía, agregó. -Lo siento, lo siento de verdad. No debí...-
-¡¡ Es lo mejor que me hayan dicho!! Oh, Bianca, estoy muy emocionada! Serás como mi hermana ahora! Y...-No consequí terminar ya que ella me miraba confundida y un poco apenada.
-Alec no me quiere.- Musitó. - El quiere a...Corin.- Si pudiéramos llorar...Bianca ya lo hubiera hecho.
-Quien rayos te dijo eso?!-
-Corin- Respondió. Debo admitir que no me sorprendía la respuesta.
-No, no, Bianca, estás equivocada. Ella sabe que tu estás enamorada de él, por eso te dijo eso. Si por eso peleamos la otra vez!- Ella abrió los ojos, sorprendida. Así que le conte todo lo que había pasado.
-Pero..- Dijo, confundidísima.
-Nada de peros, Bianca. Sabes...¡ Deberías decírselo!-
-No se lo diré...Podría perder su amistad. No lo haré Jane. Sol te lo decía porque...quería decirtelo. Eres mi mejor amiga.-
-Tu también lo eres. Pero..-
-No...nada de peros.- Dijo, imitándome. - Deberíamos volver.- Señaló. Suspiré. No se lo iba a decir. Regresamos al castillo.

Al llegar, lo vi a Alec. Parecía nervioso. Cuando me vió se dirigió hacia mí rápidamente.
-Tengo...-
-Tienes que decirme algo.- Lo interrumpí.
-Ehh...Sí.- Y agregó - Bianca...por favor, nos dejas solos un momento?-
-Sí, claro Alec- Murmuró nerviosa. El esperó a que ella se alejara. Tomó aire y comenzó.
-Jane, hermana, amo a Bianca. Creo que es especial, y no he encontrado a alguien que me entienda y comprenda de esa manera. Después de ti claro.-Finalizó con una sonrisa. Y yo, como cuando me lo dijo Bianca, me quedé emocionada, anonadada y...no, no estaba sorprendida. Yo ya lo había percibidido. Total, como el dijo, yo lo conocía muy bien. Y, como Bianca, al verme Alec en ese estado sugirió.:
-Lo siento, no deberia habertelo dicho de esa forma, yo...-
-Calla.- Murmuré. El se quedo mudo por ese orden. Tomé aire y pregunté.
-Se lo dirás, verdad?-
-Ehhmm...yo...-
-Se lo dirás!!!, Ohh que bién Alec!- Dije, divertida. Se sorprendió al verme así.
-No te parece...mal?-
-Para nada.- Y agregué- Deberías decirselo ahora.- Y al verlo nervioso, ordené, con una sonrisa. - Dícelo, ahora, por favor.-
-Bueno...dónde se metió?- Miraba hacia todos los lados.
-No lo se...busquémosla.-
No tardamos en localizarla. Se encontraba hablando con ¿Corin?. Había algo que no cuadraba.
-Oh, rayos.- Gruñó Alec.
-Tranquilo, iré a ver que va la cosa.- Cuando me acerqué, no hablaban...mas bien...Corin amenazaba a Bianca.
-...lo único que tienes que hacer es eso, ¿entendido?- Preguntó Corin.
- Sí.- Murmuró Bianca.
-Que pasa?- Inquirí
-Nada, Jane.- Respondió amablemente. Percaté que algo andaba mal al ver a Bianca. Sus ojos miraban hacia la nada...Corin estaba utilizando su poder con ella.
-¡¿ Que le ordenaste que hiciera?! - Arremetí contra ella.
- Nada, nada!- Dijo inocentemente. No le hice caso. Agarré a Bianca por los hombros y la sacudí con fuerza. Los demás no tenían el suficiente autocontrol como para despertar del trance, como lo hice yo la anterior vez. Peor si era una neófita, como Bianca.
-¡¡¿ Qué, qué?!!- Gritó Bianca como respuesta a mi zarandeo. Al escucharnos, Alec vino.
-¡ Qué pasa aqui?!- Preguntó con enfado.
-Alec, Corin estaba utilizando su poder contra Bianca...no se que quería que haga.- Alegué. Alec le lanzó una mirada envenenada. Corin simplemente le miró con inocencia. Al verla, me llene de ira, pero no iba a usar mi poder, así que simplemente la miré con una sonrisa amigable. Ella se estremeció.
-No pienses en usarlo...ahora- Ordenó fríamente, refiriendose a mi poder.-Me llevaré a Bianca. Cuando me vaya...haz lo que quieras.- Corin lo miró alarmada.
-Cómo puedes decir eso?!- Le gritó. No le contestó. Se fue con Bianca. Al parecer... la declaración de Alec hacia Bianca no iba a ser hoy. Me molesté por eso.
-Arruinaste el día-Dije entre dientes. A veces me sorprendía a mi misma. Tenia mucho autocontrol.
-Tu lo hiciste. El mío iba ser perfecto. Siempre te crees la mas importante sólo por ser herdera del trono de mi maestro, y por tu poder, sin eso no serías nada.- Puntualizó la última frase.
-Mmm...Ok...entonces...- Sonreí amablemente, y un escalofrío recorrio su cuerpo. Y pregunté inocentemente. -¿Por que te estremeces cada vez que te sonrío, Corin? - Me lanzo una mirada asesina.- No te tengo miedo. Simplemente. Tu sí, y no tengas esperanzas con Alec porque...- No terminé porque ella me interrumpió diciéndome:
-Verás que estaré con él. Te guste, o no.- Me lo dijo lentamente, saboreando el efecto que producía en mí. Claro, obviamente me enojé, odiaba ue hable así de mi hermano, peor si estaba enamorado de Bianca. No resistí. La miré, y murmuré:
-Doléra sólo un poco.- Me miró con expresión aterrorizada. Le sonreí.
Y comenzaron los gritos.

Demetri y Santiago vinieron en ese instante. Me agarraron, aunque cautelosamente, y me desconcentraron.
-¿¡ Qué pasa, Jane?!- Preguntó, asustado, Demetri.
-¡¡ Que no hable esa estúpida así de mi hermano, como si fuera un trofeo!!- Grité encolerizada.
-Esta loca!!- Respondió Corin.
Pero en ese momento los ojos de Corin miraron a la nada, y se quedo como atontada. Alec salió de donde, al parecer, había escuchado todo. Y comprendí porque Corin quedo así. Él estaba utilizando su poder contra ella.
-Suelten a Jane.- Ordenó. Me soltaron rápidamente. Prosiguió - Jane lo hizo en defensa.- Dirigiéndose a Corin, la miró profundamente, aunque con un toque de frialdad, y ella se recuperó del trance, dijo - Aro desea verte.- Dirigiendose a mi - Jane, después hablaremos. Aro desea saber sobre...el malentendido que tuvieron Corin y tu.-
-Y Bianca..?-
-Está con Chelsea.- No hubo ninguna nota en su voz.
-Esta bien...- Algo iba mal. ¿Con Bianca? ¿Con Corin? Bueno eso era obvio. ¿O lo estaba...conmigo?.
Así que nos dirigimos al salón. Quién sabía que pasaba ahora por la mente de Alec. Aro, Cayo y Marco nos esperaban.